La espectroscopía del infrarrojo cercano (NIR), que cubre de forma aproximada de los 780 a 2500 nm, posee muchas aplicaciones en el sector hortofrutícola, pudiéndose utilizar para la medida de humedad, contenido en sólidos solubles, contenido en agua, rigidez o presencia de daños internos, entre otros parámetros. En este post se revisa el empleo de la espectroscopía NIR para la medida de diferentes atributos en frutas y verduras.